domingo, 13 de noviembre de 2011




No se a vosotros, pero a mi se me eriza la piel en el momento en que lo veo a lo lejos. Cuando viajo, normalmente, lo hago con la música puesta y siempre creo que justo en el momento en que veo el mar a lo lejos, suena la canción perfecta. Esa canción que quizá antes solo me gustase. pero que desde ese preciso instante pasara a ser otra "canción". Creo que ahí empieza todo. Me reencuentro con mi mas fiel amigo, ese al que pido deseos, al que cuento mis penas y alegrías, ese en que confio. Quizá sea la mayor estupidez del mundo, pero a mi me encanta. Me encanta pasear por su orilla mientras le cuento que ha sido de mi en ese largo año en que no nos hemos visto. Siempre le tengo que explicar por que ya no están los que estaban, o por que hay otros nuevos. A él no le importa, siempre me sonríe. 
Este año tuve mucho que contarle, le conté por que él ya no estaba a mi lado,  lo que le ocurrió a mi casa y lo mucho que me costo salir hacia adelante. No dijo nada, pero sé que se sentía feliz de verme allí.También le conté como me sentía ahora, las ganas que tenía de sonreír y salir corriendo, las ganas de bailar, de no parar nunca de hacerlo, ganas de vivir, de pisar con fuerza y de no tener miedo, de no asustarme. Tampoco dijo nada, pero sé que se sentía feliz de verme de nuevo. 
Lo más duro es la despedida. Me quedo mirándole hasta que desaparece en el horizonte. Pero estoy tranquila, sé que nunca es un adiós, siempre es un hasta luego.


2 comentarios:

' la lluvia al caer dijo...

Venga va, eres mi alma gemela o qué? Me he estado leyendo un poco tu blog, y me has dejado alucinada hahahaha! Me identifico un montón, vaya :)
Gracias por pasarte, y te sigo pero de ya ya ya, sin duda! Un besito, espero verte por http://meditacioncomomedicacion.blogspot.com

Tana dijo...

jajajaja
Me ha encantado tu comentario :D
Muchísimas gracias, y por supuesto que nos vemos por allí!
Un beso enorme! :)