lunes, 22 de octubre de 2007





Ojalá pudiera parar el tiempo en ese momento.










Hace algún tiempo, ocupaba un pequeño ratito al día para observar el atardecer, todas las tardes me dedicaba a despedirme del sol. Y de algunas de esas "despedidas" salió esta foto.
Ahora, he perdido la costumbre, no sé si será por vaguería o por que simplemente me envidia ver algo tan bonito cuando en verdad lo bonito lleva mucho tiempo sin aparecer por mi vida.
En esos momentos todo lo maravilloso que tiene la vida se me pasaba ante los ojos. Cogía aire, suspiraba y pensaba que nada ni nadie me iba a estropear aquellas vistas, aquella sensación de libertad de la que se llenaba mi cuerpo al observar tal fenómeno.
Llevó un largo tiempo sin llenarme de esa libertad, sin sentir que todo tiene un lado bueno, sin ver atardecer, sin fundirme con el sol en su "hasta mañana".
Mi vida nunca fue un cuento de hadas, pero era capaz de salvar cada obstáculo con creces. Ahora esa fuerza se me va por la boca y me pierdo.
Cuando intento buscarme a mi misma nunca logro hallarme del todo, solo encuentro pedacitos de mi. Eso me lleva a desear que los días pasen sin mas, sin darle la verdadera importancia que cada día tiene ,en nuestra vida. Pasan los segundos, los minutos, las horas... pero en verdad yo no me muevo. Me encuentro parada sin saber hacía donde caminar. Le echó la culpa a mis pies que se han puesto tontos y no quieren moverse pero la verdadera culpa es sólo mía por ir dejando escapar cada motivación que me agarre a la feliz vida.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Quizá el problema sea que aún no ha llegado la motivación adecuada...

¡¡Así que dile a tus pies que dejen de ser tontos y salgan a buscarla!! ;-)