sábado, 25 de agosto de 2007


Y venció el orgullo...

Ayer mis planes se descolocaron, estaba preparada para hacerle frente hoy pero todo se me vino abajo cuando escuche las palabras: -"Han vuelto"- en boca de un amigo.
¿Os podéis creer que llevaba todo el pueñetero día con un mal presentimiento?. Pues nada,ahora si que estoy por dedicarme profesionalmente al oficio de pitonisa...
Nada ,la tarde pasó sin acontecimiento importante de narrar aquí.
Yo me convertí en un muñeco guiado que iba tras de todos sin abrir la boca ni para bostezar, y él se convirtió en un zombie que lo más que dijo fue el "hola" al saludar y el "adiós" al despedirse.
Anoche me acosté con mal sabor de boca y hoy el desayuno me ha dado vueltas y vueltas en el estomago.
El sentimiento de culpabilidad me podía y a estas horas aún lo hace. Estuve tan ocupada en hacer mi papel de "chica dura que puede con todo y sabe pasar de él" que no me paré ni un segundo a mirarle y a descubrir que a él también le dolía esta situación y que no estaba agusto.
Fui tan sumamente egoísta que, aún viendo como estaba, no fui capaz ni de levantarme para saludarle. Si, el orgullo me ganó la batalla y creo que por esa razón la he perdido yo definitivamente.

Y hoy estoy segura de que me ganara el juego la cobardía,por que lo único que me apetece es esconderme y no ver a nadie ni nada.


Estoy dejando escapar una de las cosas más valiosas que han formado parte de mi vida en este ultimo año.
Seré gilipollas...







Y ojalá, que nuestros ojos si brillen, mañana,
que tu voz siga pidiéndome a gritos amor,
a gritos de esperanza.


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